domingo, 3 de julio de 2011

Simetría ¿obsesión? Simetría

Desde que retomé Anatomía de Grey desde el principio me he encontrado con algunas personas que han empezado a ver la serie hace poco y van más o menos como yo, gente que la dejó a medias y gente que va al día con ella y juegan al spoiler, un juego tan divertido como peligroso... 
 
Una persona me dijo que había oído o leído en algún sitio que una de las bellezas ocultas de la serie es su simetría. Los capítulos acaban como empiezan. Esto es evidente porque empiezan con una reflexión, normalmente de Meredith, para acabar con una conclusión sobre lo mismo. Luego cada capítulo trata un tema y la voz en off sirve como apertura y cierre.

Pero más allá de esto, encontramos que visualmente también hay muchas simétrias. Es más, hay capítulos donde esta se ve también en las frases, en los pensamientos y en los personajes que aparecen, pues muchas veces quien entra primero se va el último. 


Os dejo la que cre que es la más evidente, para que veais que es cierto, y busquéis vuestras propias simetrías. Ya os dejaré alguna más.

Temporada 2. Capítulos 16 y 17, que en realidad son uno, con dos partes.


Sinopsis: Un herido por arma de fuego sigue con el proyectil dentro del pecho sin explosionar. George está cachondo y Meredith está obsesionada con no recordar el último beso son Derek.





 


El capítulo empieza con  Meredith y Derek, solos, uno frente a otro, a lo que sigue un sueño erotico de George, donde las tres chicas están en la ducha, enjabonándose, y él las mira desde la mampara. Las primeras palabras que se oyen son: "Es el olor de la muerte [...] ¿Cuál de tus sueños quieres cumplir antes de morir?"

 

El capítulo termina con una escena de Cristina e Izzie duchando a Meredith, y George mirando desde la puerta de los vestuarios. Ya en la casa, Derek va a ver a Meredith, donde hablan del último beso que se dieron, que el recuerda porque a ella le olía el pelo a lavanda

sábado, 2 de julio de 2011

Pride

La moda viene y va. Dicen que es cíclica, que lo que se llevó hace 50 años antes o después se volverá a llevar.

La moda es, en muchas cosas, como el Arte. Hace unos siglos un estilo artístico se desarrollaba en un punto geográfico concreto, donde se hacía fuerte y desvancaba al estilo paradigmático del momento. Después se extendía por el resto del continente y así una vez tras otra, un estilo tras otro. Lo mismo pasaba con la moda. Cuando se empezaron a llevar las minifaldas, los pantalones en las mujeres, el maquillaje sí, el maquillaje no... tardó en asentarse y extenderse.


 
Hoy en día las barreras geográficas y temporales del asentamiento de cualquier tendencia se han licuado, nos aproximamos a una "moda líquida", como la modernidad de Bauman.


Y todo esto viene a que lo que hoy en día lo que está de moda es ser gay. O tener un amigo gay. Y si no lo eres o no lo tienes, pues te vas a la fiesta del Orgullo Gay y pista.

 
No soy homófoba. Simplemente nunca he entendido por qué una persona ha de hacer pública su condición sexual. Está claro que hay momentos en los que es necesario, como ligar si no? Pero lo que no es relevante es hacerlo público en el sentido de gritarlo a los cuatro vientos. Cada vez que oigo a un gay lo difícil que es su vida, lo que le discriminan, lo que me pregunto es: mis profesores saben que yo soy heterosexual? lo saben los jefes que he tenido? lo sabe mi vecino del 5º? Y la respuesta será que sí o que no, pero no soy yo quien va pegando carteles sobre mis preferencias sexuales.

Cada vez que una persona me ha dicho que es gay he pensado que me importaba tanto como el nombre de su gato... Recuerdo un momento en el que un amigo nos reunió a todos y nos "confesó" su homosexualidad. Nos quedamos todos a cuadros. Creo que la primera respuesta que obtuvo fue: "y qué?". Y es que nos daba igual. Me da igual que mis amigos se acuesten con hombres o con mujeres, que le vayan las morenas o los pelirrojos.

Y creo que si de verdad han sentido alguna vez discriminación, la fiesta del orgullo gay no les ayuda mucho, porque extiende la idea de los homosexuales como reinas con boas y risa estridente. Me da pena oir a una señora mayor decir "he conocido a tal chico que es gay y resulta que es muy normal". Me da pena porque creo que no se hacen ningún favor a sí mismos pregonando una fiesta de plumas, literalmente hablando.

Para terminar quiero invitaros a participar en la fiesta del orgullo heterosexual. Se lo inventó una amiga hace unos años y creo que se tenía que celebrar el primer sábado de agosto. Consiste en hacer el amor con tu pareja. Punto. Sin plumas. Ni maquillaje. Ni alcohol. Ni nada. 

Sólo amor. Porque al final... es lo único que importa.